La muerte del Mono Jojoy, Celebrar la muerte como triunfo de la vida

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Eso de celebrar la muerte como triunfo de la vida me parece necrofili@. Pero no me atrevería a juzgar EN ESTE CASO el júbilo de nadie. Valoro el hecho de que gracias a este acontecimiento los medios de comunicación dejaran atrás la cotidianidad de Ingrid Betancurd y una que otra basura más. Por unas horas a las personas se les olvidaran sus problemas caseros; fulana, la ama de casa, hoy no se preocupara por el elevado costo de la factura que tiene que pagar por enviar mensajes de texto a J Mario; Perengano, el sin trabajo, se podrá tomar su tinto tranquilo en el bar de siempre pues en su cabeza no deambula la zozobra de las responsabilidades no cumplidas; a-web-ardo, el cibernauta, se deleitara comentando el hecho en las paginas sociales y con su crítica morbosa aportara más violencia simbólica. Una vez más la muerte se perfila como un escenario de dialogo, de tranquilidad, de paz.

Me preocupa que el triunfalismo, el complejo de Rambo y el trastorno de Chuc Norris cierre las puertas para generar una solución pacífica al conflicto armado. Me preocupo porque olvidamos los verdaderos problemas, no por que celebren hoy.  Mañana, mequetrefe, seguirá robándose el dinero público, alguien morirá en la puerta de un hospital, un niño trabajara  en un semáforo, un desplazado tocara una puerta, un joven se entristecerá porque no ingreso a la universidad y una madre llorara por que le han matado un hijo. No me gusta celebrar la muerte como triunfo de la vida porque me da ceguera y ayudo a que me induzcan amnesia.